Aunque la importancia de la buena atención al cliente suele estar interiorizada en el personal, la realidad demuestra que las actitudes y comportamientos no van siempre en esta línea. Una verdadera orientación al cliente por parte de todas las personas que integran la organización requiere un cambio de carácter cultural que afecta a las mentalidades y conductas de las personas. En este proceso es donde nuestra intervención resulta más relevante, pues es la base de nuestro sistema de gestión de la calidad.
Dar el salto: pasar de la experiencia de compra del cliente a la experiencia de servicio
En los últimos años el marketing clásico basado en las 4 P: Producto, Precio, Punto de venta y Promoción, se ha ido transformando hasta derivar en el concepto de “experiencia de compra”, que a su vez ya está evolucionando hacia “experiencia de servicio” con la marca.